El deseo de contactar con vida inteligente de otros planetas es mucho más antiguo que la locura OVNI y el movimiento SETI. Varios científicos del siglo XIX contemplaron cómo podríamos comunicarnos con posibles marcianos y venusianos.
Estas propuestas iniciales – que preceden en 150 años al primer mensaje extraterrestre enviado en 1974 – estaban basadas en señales visuales, dado que la invención de la radio aún tendría que esperar décadas.
De hecho, como muestra la historia, las ideas para la comunicación interplanetaria han sido dirigidas en gran parte por aquello que permitía la tecnología actual – ya sean lámparas, radio o lásers.
“Vas con lo que conoces”, dijo Steven Dick, Historiador Jefe de la NASA.
¿Estamos solos?
A lo largo de dos mil años, los antiguos griegos argumentaron sobre la existencia de vida en otros planetas, pero la idea realmente se abordó después de la revolución Copernicana.
“Una vez nos dimos cuenta de que todos los planetas giraban en torno al Sol, no era difícil imaginar que los otros planetas pudieran ser como la Tierra”, dijo Dick.
Galileo, Kepler y otros consideraron la habitabilidad de los planetas, mientras tenían cuidado de no molestar a las autoridades de la iglesia.
“La idea floreció en el siglo XVII en el debate de la “pluralidad de mundo”, pero permaneció como algo controvertido”, dijo Dick, que ha escrito varios libros sobre la materia.
Uno de los proponentes más influyentes de la vida extraterrestre fue Bernard le Bovier de Fontenelle, quien escribió Conversations on the Plurality of Worlds (Conversaciones sobre la Pluralidad de Mundos) en 1686.
A pesar del interés, no se registró ninguna discusión de cómo podríamos localizar o contactar a estos potenciales alienígenas hasta un siglo más tarde.
Triángulos de cereales y canales ardiendo
Florence Raulin-Cerceau del Centro Alexandre Koyre en París ha documentado los primeros intentos de comunicación con inteligencias extraterrestres (CETI), o lo que ahora se conoce como SETI activo.
“Tan pronto como en el siglo XIX, los inventores imaginaron un equipo de “telégrafo del cielo” para comunicarse con los supuestos habitantes de los planetas del Sistema Solar”, escribió Raulin-Cerceau recientemente con su colega en la revista francesa Pour la Science.
El primero de estos inventores fue Carl Friedrich Gauss, el matemático alemán. En la década de 1820, habló de reflejar la luz del Sol hacia los planetas con si invento de estudio de la tierra, el heliotropo. También se le dio crédito por la idea de cortar un gigantesco triángulo del bosque de Siberia y plantar trigo en su lugar.
“El contraste de tamaño y color debería hacer visible el objeto desde la Luna o Marte, y la figura geométrica sólo podría interpretarse como una construcción intencionada”, escribió Raulin-Cerceau.
Veinte años más tarde, el astrónomo Joseph von Littrow apareció con una idea similar de verter queroseno en un canal circular de 30 kilómetros de diámetros que se encendería de noche para marcar nuestra presencia.
Fuente: Ciencia Kanija
0 comentarios:
Publicar un comentario
::::: DEJA TUS COMENTARIOS :::::